Jaime Ruiz Peña es ese señor que siempre tiene en alguno de los bolsillos de su chaqueta la frase que estamos buscando. El autor de ‘El teorema del lápiz’ es algo más que un experto en ‘coaching’ o un ‘gurú’ (palabras de moda), es un empresario experimentado y actualizado que ha alcanzado mucha popularidad gracias a su alegoría, según la cual todos somos lápices, aparentemente frágiles por separado e indestructibles en grupo.

El ex director del Servicio Público de Empleo de Extremadura, con experiencia en  empresas privadas como Sanders o Koipe, es ahora mismo un solicitadísimo conferenciante, casi por casualidad, por su inusitada capacidad de motivación (hay muchos videos en YouTube). Según explica en sus charlas y en su libro (se puede adquirir en este enlace), se puede borrar lo escrito por un lápiz, pero siempre deja una huella. Gracias a que lo conocimos en una de esas charlas, tenemos la posibilidad de entrevistarle para nuestro Blog, con un resultado muy interesante para emprendedores, autónomos, empresarios y cualquier persona que se vea obligada a hacerse a sí misma.

Jaime Ruiz Peña
Jaime Ruiz Peña. Foto: P. L. / La Voz de Asturias

¿Qué diagnóstico hace del paisaje de los emprendedores en España?

Apasionante, en los dos sentidos. Pasión como sufrimiento, especialmente por la dificultades para conseguir financiación, y apasionante porque somos muchos los lanzados por necesidad a este reto del emprendimiento. Muchos empresarios han nacido más por necesidad que por vocación. Por cierto, en positivo, jamás ha sido más fácil llegar a los clientes. La red cambia las reglas de juego.

El entusiasmo es clave. ¿Se puede crear? Dicho de otra forma, ¿un no entusiasta se puede convertir en entusiasta?

El entusiasmo es una fuerza prodigiosa y la autogeneramos nosotros mismos. Además, puede ser contagioso y aquellas organizaciones que lo generan son más capaces de luchar en tiempos complicados. Pero no hay milagros. Un mustio,  un triste, es muy difícil de positivizar. Viven cómodos en su papel gris. Ellos se lo pierden.

Muchos empresarios han nacido más por necesidad que por vocación. Por cierto, en positivo, jamás ha sido más fácil llegar a los clientes.

Según el teorema de los lápices, la unión hace la fuerza. ¿Qué  aspectos cree que hay que tener en cuenta a la hora de unir nuestro lápiz al de otros?

Ahora más que nunca la unión, las redes, los contactos son los que nos hacen poderosos. En estos días las empresas están centradas en la supervivencia. Darwin ya nos dijo que no sobreviven los más grandes ni los más fuertes, sino los que mejor se adaptan. Por ello vamos a organizaciones  tipo ‘Mecano’, donde vamos aliándonos con socios según las necesidades de cada proyecto. Yo te cuido, tú me cuidas. Muchos pequeños lápices unidos y de colores hacen poderosas organizaciones, aunque el cliente al final vea una sola marca o un solo producto terminado.

Su perfil recuerda al de George Clooney en ‘Up in the air’ y su teorema de ‘La vida en una mochila’. Aquel personaje, sin embargo, se dedicaba a comunicar despidos y reorientar la vida de los nuevos desempleados hacia un nuevo futuro -y otros detalles del argumento que no tienen nada que ver con usted, claro-. ¿Usted recetaría o receta el optimismo? ¿Cree como se dice en esta película que cargamos con muchas cosas prescindibles?

Gracias por asociar mi parecido con George Clooney. Desde que Richard Gere puso de moda a los canositos en Pretty Woman, tener canas te convierte en alguien interesante, que no sé lo que es, pero que es mejor que parecer mayor.

Lo curioso es que mi historia sí que tiene algo que ver con la de ese personaje, ya que durante cuatro años he sido responsable del Servicio Público de Empleo de Extremadura y por tanto encargado de ayudar a los desempleados a formarse y encontrar empleo. Y siempre he recetado un optimismo realista. El realismo nos permite analizar la situación tal cual es, un buen diagnóstico es clave para un buen tratamiento. Pero una vez trazado el plano de la realidad hay que meterle energía positiva para afrontar los problemas. ¿Se imaginan las lanzaderas espaciales sin combustibles?  Pues eso es el optimismo, pura energía.

Lo bueno es tener buena educación y poca vergüenza. El no ya lo tenemos. Hay que ser osados.

¿Por qué a veces asusta ofrecerle la mano a un gran empresario o ejecutivo de prestigio?

Porque en este país predominan los vergonzosos. Por eso lo bueno es tener buena educación y poca vergüenza. El no ya lo tenemos. Hay que ser osados. Ya lo dijo Alejandro Magno: “La fortuna sonríe a los osados”. AsÍ que cuando nos crucemos con uno de ellos, directamente a por él.

¿Se aprende de los errores o es mejor no cometerlos?

El mejor error es el que no se comete, pero una vez cometido recomiendo la frase de un joven empresario extremeño: “La clave no es ganar o perder sino ganar o aprender”. Los errores son nuestros principales maestros. El teorema del lápiz, el libro, aporta una buena salida y es que antes de tomar algunas decisiones las pasemos al papel, veamos pros y contras, mucha goma de borrar y al final, cuando hemos hecho todos los números, avanzar. Los experimentos, mejor con gaseosa.

¿Cómo se prepara para una ponencia?

Como Manili, el torero, antes de una corrida en Las Ventas, con solo dos opciones: o salgo por la puerta grande o por la enfermería. Primero pienso en el público, quiénes son y qué les puedo aportar. Luego, al PowerPoint a poner imágenes poderosas -ya que somos muy visuales- y posteriormente controlo los tiempos. Al final, antes de cada ponencia siento mariposas en el estómago y me lanzo. Y es indescriptible la sensación final cuando consigues conectar.

En nuestra página trabajamos para conseguir el mejor precio en los envíos por mensajería. Pero nos preocupamos también por el trato con el cliente, la humanización de internet. ¿Qué consejo nos daría?

La solución está en la misma pregunta: “Nos preocupa el trato con el cliente”. El cliente necesita saber que realmente nos importa y eso pasa por la personalización del servicio y sobre todo por una buena y rápida respuesta ante cualquier incidente. Un incidente mal resuelto no solo nos hace perder ese cliente sino que perdemos su entorno, donde hablará mal de nosotros. Si lo solucionamos bien, tendremos un cliente cautivo y satisfecho. Personalizar y tener pasión por el cliente. Y muchos lápices de colores para soñar el futuro.

Existen muchas webs que solo son escaparates de la empresa tal cual y no aprovechan en absoluto las reglas de este mundo extendido que es la web 2.0

En la vida 2.0 se manejan parámetros distintos a los de la vida real. ¿Cómo se puede transmitir confianza y seguridad en el entorno de los emails, redes sociales y blogs?

En el mundo 2.0 la reputación es la clave. Y la reputación te la da el tiempo y la coherencia. Lo bueno de Facebook o Linkedin es que somos nosotros mismos, no sucedáneos. Por todo ello la confianza se transmite entre tus seguidores, lectores o mirones, por lo que dices y por la coherencia que mantienes.

¿Puede una web convencer a primer golpe de vista?

Si es buena puede convencer e incluso emocionar… Pero lo importante es que sea buena para la utilidad que se le busca. Es decir, existen muchas webs que solo son escaparates de la empresa tal cual y no aprovechan en absoluto las reglas de este mundo extendido que es la web 2.0.

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Conocimos a Jaime Ruiz Peña gracias al mundo del emprendimiento y  recomendamos su libro a cualquiera que tenga una buena idea y quiera ir sobre seguro; si necesitáis ayuda para elegir la mejor mensajería, preguntadnos.