Seguro que alguna vez estabais buscando un producto en una web y habéis tardado en encontrarlo o, habéis intentado hacer una compra y al volver al paso anterior, se os han borrado los datos introducidos. Pues bien, si tenéis un ecommerce o estáis pensando en montar un negocio online, debéis prestar especial atención a este tipo de situaciones que pueden provocar el abandono de la compra y el desvío de clientes a la competencia.
¿Qué es la usabilidad web?
Según la Wikipedia, “el neologismo Usabilidad (del inglés usability -facilidad de uso-) se refiere a la facilidad con que las personas pueden utilizar una herramienta particular o cualquier otro objeto fabricado por humanos con el fin de alcanzar un objetivo concreto”.
La usabilidad se refiere a la facilidad de un usuario para navegar por un sitio web de forma sencilla e intuitiva, de manera que la información que se encuentre mientras navega por el sitio, sea útil y práctica.
Para que una página web sea usable y la experiencia del usuario sea óptima, es necesario cumplir una serie de principios:
- Máxima información: evita mensajes confusos para el usuario y proporciona toda la información posible para que el visitante pueda llevar a cabo la acción que te interesa: el registro, la suscripción a la newsletter, la finalización de la compra…
- Mínimo esfuerzo: proporciona rutas simples para que el usuario llegue de forma rápida a lo que le interesa, eliminando clics innecesarios y minimizando el uso de las barras de desplazamiento (scroll).
- Tiempo justo: el tiempo del usuario es valioso, por lo que debes prestar especial atención a la velocidad de carga de la página y, evitar formularios de compras demasiado largos.
- Facilidad en el uso: representa la facilidad con la que el visitante hace uso del sitio web de la forma más natural posible, de manera que la web se comporte tal y como el usuario espera.
- Responsiva: Es importante que la página pueda verse con facilidad en todos los dispositivos, tanto móviles como de escritorio.